Terminar un ciclo nos abre las puerta a miles de cosas, saber superar o aceptar que pudimos cumplir nuestro objetivo y ya es momento de hacerse a un lado, es poder, de algún modo, madurar.
Doy un paso al costado, me animo a decir que pude cumplí mi misión allá, que llene mi corazón de sonrisas, de llantos, de angustias, de alegrías, de gritos, de cococho ...
Me quedo con mil cosas buenas, y una angustia eterna por saber que no cambio nada, por saber que hay drogas, alcoholismo, violencia, etc.
Gracias por tanto a todos, tengo fe de que todo puede cambiar, de que todo va a salir adelante.