♥

martes, 4 de febrero de 2014

Estaba sumergida en esa tristeza desequilibrada que me presionaba las sienes hasta el cansancio, esa moribunda sensación que parecía no terminar: una vez más, un clavo sacó a otro clavo… en realidad esta vez un clavo oxidó al otro

No hay comentarios:

Publicar un comentario